Un auditor señala que el Consejo de Administración de Plaza conocía el sobrecoste de las naves levantadas por Codesport

El proceso investiga un desfase de 17,8 millones de euros en unas naves construidas por la empresa de Agapito Iglesias para la sociedad pública Plaza

El auditor de Plaza en 2008 Alberto Abril ha declarado este lunes ante el juez Francisco Picazo, instructor del caso Codesport. Éste investiga un presunto desfase de 17,8 millones de euros en unas naves construidas por Codesport para la sociedad pública. Según su abogado, Abril ha señalado que el Consejo de Administración de Plaza conocía el sobrecoste de estas naves.

Este testigo había sido propuesto por la defensa del exviceconsejero socialista de Obras Públicas, Carlos Esco, ejercida por el letrado Juan Monclús. Esco es uno de los cuatro imputados en este caso junto al exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril; el empresario Agapito Iglesias, y el exdirector técnico de Plaza, Miguel Ángel Pérez Cervantes.

Monclús ha explicado a ARAGÓN PRESS que este auditor ha ratificado durante su declaración que la auditoría que realizó en 2008 “era limpia, sin salvedades”. Un informe que después se pasó al Consejo de Administración de la sociedad pública y que se elevó a la Junta General, órgano que “aprobó las cuentas de 2008 con un informe limpio”.

Aunque este auditor ha señalado que no recordaba exactamente las facturas de las obras para la construcción de estas 119 naves, Abril sí ha asegurado que “le parecía correcto su soporte”, es decir, los modificados. También ha explicado que en una inspección de la Agencia Tributaria sobre la declaración del Impuesto de Sociedades y del IVA durante los ejercicio 2005 a 2008, el inspector “vio correctas” las facturas.

Sin embargo, para la acusación popular, ejercida por la letrada de UPyD, Irene Romea, esta testifical “no ha hecho más que alargar el proceso” ya que el auditor “no ha podido justificar si ha habido sobrecostes, si ha visto los modificados o si estaban sustentados de forma documental”.

Romea ha señalado que este auditor de Plaza sólo pudo “hacer un muestreo” y que su declaración se ha basado en lo que pudo comprobar a partir de balance y las cuentas anuales eran correctos.

Para este lunes también estaba prevista la declaración de un representante de la empresa. Finalmente, la defensa de García Becerril –que fue quien le propuso– ha renunciado a él y ha propuesto otro testigo. El juez Picazo deberá decidir ahora si lo acepta.

Artículo publicado en Crónica de Aragón.

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